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martes, 27 de febrero de 2018

Juan Hidalgo 2

El artista más contemporáneo

La comunidad artística de Canarias llora la pérdida de Juan Hidalgo

27.02.2018 | 01:59
El artista Juan Hidalgo, en una exposición de su obra. 
La triste pérdida del artista grancanario Juan Hidalgo (1927 - 2018) abre un vacío irremplazable en el escenario de la cultura local y nacional, donde fue pionero en el arte conceptual como símbolo de la vanguardia española desde la década de los 60 del pasado siglo. Sin embargo, sus amigos y compañeros en los circuitos artísticos isleños destacan "la generosidad, la coherencia y la vitalidad" de un creador que imbricó vida y arte hasta el final.
Quienes frecuentaron al artífice silente y rompedor del grupo Zaj saben que glosar la trayectoria y relevancia de Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927- Ayacata, 2018) en el arte contemporáneo español requiere de muchas páginas, pues su mirada vanguardista inauguró muchos capítulos en los territorios del arte conceptual que transitó desde su primer grito sonoro en el franquismo.
Sin embargo, junto a su polisemia artística, su lenguaje irónico y su acción de resistencia performativa, los amigos y contemporáneos de Juan Hidalgo distinguyen "su generosidad, su coherencia, su vitalidad" y, por último, "su silencio" que siempre arropó un arte imbricado en la vida y viceversa, bajo la convicción de que "hay que practicar primero el arte como vida, y segundo, la vida como arte", tal como manifestó el propio artista.
Algunos lamentan que su reconocimiento, o aquellos que llegaron, resultaron demasiado tardíos, si bien, para entonces, el eco de la obra multidisciplinar de Juan Hidalgo ya había cruzado fronteras en Europa, con las notas de subversión, complejidad y cuestionamiento del propio arte que ensancharon desde sus inicios su universo discursivo. Y que hicieron de su vida, en palabras de la historiadora del Arte Yolanda Peralta, "un largo concierto Zaj".
"Juan fue un hombre coherente y libre, nos queríamos mucho"
La galerista Saro León, íntima amiga y compañera de Juan Hidalgo, con quien compartió ferias de arte, exposiciones, vivencias y conversaciones infinitas, declaró ayer que: "Juan era mi amigo, mi maestro, mi confidente. Siempre estaba ahí para lo que necesitara".
La galerista, que ejerció como madrina de bodas cuando el artista contrajo matrimonio en 2005 con su marido Carlos Astiarraga, recordó que "Juan Hidalgo era un artista muy sabio. Un hombre libre y coherente, que vivió muchísimo y lo vivió intensamente, y del que aprendimos muchos". "Los dos estábamos muy unidos y nos queríamos mucho, y nos dijimos siempre que nos queríamos mucho", manifestó León, emocionada.
"Se ha ido uno de los grandes artistas de este país"
Orlando Britto, director del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), también fue un íntimo amigo y compañero de Juan Hidalgo, bajo cuyo mandato exhibió el pasado 2017 un proyecto expositivo en homenaje al artista. Desde la residencia de Juan y Carlos en Ayacata, Britto manifestó: "Muy emocionado puedo decir que se ha ido uno de los artistas más grandes de este país y uno de mis grandes amigos. Sólo tengo agradecimiento hacia él por su legado y por el amor que regaló a mi familia".
Asimismo, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) del Cabildo de Gran Canaria se anunció ayer que el museo de arte "lamenta profundamente el fallecimiento del ilustre artista canario".
"La obra de Juan Hidalgo es compleja, extensa y magnífica"
La trayectoria de la artista visual Concha Jerez, pionera en el arte conceptual y contemporáneo español, se ha desenvuelvo en las mismas coordenadas que la de Juan Hidalgo. A este respecto, la Premio Velázquez de Artes Plásticas 2017 expuso ayer: "Antes que nada, Juan Hidalgo ha sido para mí un maestro." "Verdaderamente, el inició todo un trabajo en el arte en muchas líneas y en las cuales yo me he sentido absolutamente identificada con él. Por otra parte, era un muy buen amigo, nos conocimos en los años 70 y, desde entonces, hemos mantenido una amistad muy generosa y muy entrañable por su parte siempre".
Además, la artista subrayó que "esa misma generosidad la ha transmitido a muchos artistas y Juan Hidalgo ha tenido un gran reconocimiento entre los artistas, que le correspondían; sin embargo, no ha sido del todo reconocido a nivel de premios".
"El Premio Nacional de Artes Plásticas le llegó, pero le llegó tarde [en 2016], aunque bienvenido sea, pero lo merecía desde hace muchísimos años", señala Jerez. "También se merecía el Premio Velázquez, que se concede por una trayectoria y, en su caso, no sólo lo merecía por una trayectoria de vida, sino por una trayectoria de introducción innovadora en toda una serie de líneas que él ha abierto en el campo del arte visual, la música, el arte sonoro, la acción y la performance". "Su obra es compleja, extensa y magnífica", concluye Jerez, "y la pérdida es inmensa".
"Entrelazaba de una forma muy profunda vida y arte, arte y vida"
En esta línea, para Yolanda Peralta, Doctora en Historia del arte por la Universidad de La Laguna (ULL), "resulta incomprensible la poca atención que recibió Juan Hidalgo hasta fechas relativamente recientes por parte de instituciones, museos y centros de arte". "El reconocimiento le llegó tarde, muy tarde, porque resultaba un artista incómodo, difícil de clasificar", reflexiona la historiadora, quien define la trayectoria artística de Juan Hidalgo como "un largo concierto Zaj", en el que se entrecruzaron "teatralización de la vida cotidiana, espectáculo visual, teatro, plástica, ideología, ballet y palabra".
Asimismo, Peralta insiste en que "no conozco a un artista en el que se entrelace de forma tan profunda arte y vida, vida y arte". "Me apena mucho su pérdida, le apreciaba, le respetaba, le admiraba; sentía por él un gran cariño", manifiesta.
"La pérdida de Juan debe transmitirnos pesar, pesar y pesar"
Para el artista Luis Sosa, "la pérdida de Juan Hidalgo debe transmitirnos pesar, pesar y pesar". "Como dice Franck González, la sombra de Juan es larga y sé que seguirá estando presente para siempre", revela. "Donde quiera que haya ido, Juan seguirá siendo quien fue siempre, viviendo con ilusión".
Sosa recuerda que "las vivencias compartidas son fuertísimas, de muchísimos años, como los que compartimos en Madrid, yendo de un sitio a otro, y en los que vivimos momentos de disfrute pleno". "También recuerdo que, en los años 80, Juan Hidalgo hizo una performance como parte de una acción en Jerusalén impulsada por el Gobierno de Canarias, y para mí fue muy especial estar ahí con Juan y compartir su mirada".
Con todo, el artista destaca una reflexión: "el ejercicio de vivir también es prepararse para morir y Juan lo ejerció a la perfección, porque vivió intensamente, disfrutó intensamente y, además, preparó su partida, sin un solo lamento". "Creo que Juan ha muerto en plenitud, porque vivió en plenitud".
"Nunca cesó en su búsqueda y nunca dejó de compartirla"
El artista multidisciplinar Paco Rossique también distingue la vitalidad y la generosidad en el alma de Juan Hidalgo. "A su importancia como artista plástico, visual, musical y de tantos tipos, quiero destacar su altura como persona". "Con el transcurso de los años, muchos artistas pierden la lucidez, el carácter o incluso la alegría de vivir, pero el caso de Juan Hidalgo fue todo lo contrario. Cada vez que hablabas con él, su vitalidad era una lección y un ejemplo para todos los artistas sobre cómo se podía seguir creando y viviendo", expone.
"Cuantos más años cumplía, más incisiva era su palabra y más creativa era su obra", añade. "Por todo esto, Juan Hidalgo fue un ejemplo en todos los sentidos, porque nunca cesó en su búsqueda y nunca dejó de compartirla, ni de darse a sí mismo y a su obra".
"No se le ha dado la importancia que tiene su figura"
Por su parte, Daniel Montesdeoca, director del Museo Néstor, manifestó ayer su pena ante "una gran pérdida, porque se nos ha ido un referente de la contemporaneidad española a nivel internacional".
A su juicio, Juan Hidalgo se erigió en "el artista con más reputación del último cuarto siglo del XX en Canarias, pues, con el grupo ZAJ, fue un pionero desde las décadas de los 60 y 70". "La cuestión es que, en nuestra tierra, no se le ha dado la importancia que realmente tiene su figura", afirma.
"Juan Hidalgo fue un hombre que rompió, un hombre moderno en todo momento, que supo interpretar la contemporaneidad de una manera exquisita, porque era un hombre muy elegante en el trato y en su manera de ver el mundo", sostiene Montesdeoca. "Por todo esto, es una pena que se nos haya ido y, desgraciadamente, se ha ido como ha estado todo este tiempo: en silencio. Y es un silencio que la sociedad canaria y la cultura canaria debe ahora reinterpretar en clave de sonoridad, que es lo que a él le gustaba, utilizando el ritmo y el sonido para crear una visión distinta sobre Juan Hidalgo, porque lo hemos tenido injustamente olvidado y postergado. Por tanto, es urgente que ocupe el lugar que se merece, porque es el artista más contemporáneo e internacional que hemos tenido", concluye.
"Fue el gran referente de la cultura insular del siglo XX"
El comisario y crítico de arte Franck González coincide en que "el papel que ha jugado Juan Hidalgo ha sido excepcional en muchos ámbitos en el campo del arte conceptual español". "En el arte que se produce en Canarias ha sido referente de varias generaciones de artistas, puesto que jugó un papel muy importante como referente en los años 70 y ha vuelto a jugar un papel muy importante desde los 90 hasta ahora", explica. "Juan Hidalgo marcó una línea muy particular del arte que se hace en Canarias, en el que abrió muchas puertas y, más allá del ámbito local, creo que ha sido el gran referente de la cultura insular en el siglo XX". "Las conexiones internacionales o el prestigio que mantuvo durante toda su vida con proyectos por toda Europa marcaron un perfil muy singular, que abarca desde una pieza musical hasta una publicación como Viaje a Argel o exposiciones magníficas", afirma.
"Además, el papel de ruptura que representa su arte radical, capaz de enfrentarse a los propios mecanismos del arte y, en ese sentido, lo vinculó a la contracultura o a los orígenes de la posmodernidad. Por eso, en muchos sentidos, Juan Hidalgo es el primer artista postradicional de las Islas y abrió muchos caminos", concluye. "Quizás, en este sentido, es un personaje complejo y difícil de definir, pero es una pérdida muy importante para el arte canario por muchas razones y creo que su obra seguirá dando que reflexionar en muchos sentidos en el futuro".
"Creo que Juan Hidalgo debió haber sido más valorado"
Por último, también amigo y compañero desde los años 70, el artista Leopoldo Emperador afirmó ayer que "la marcha de Juan Hidalgo es una grandísima pérdida para Canarias y a nivel nacional".
A pesar, el artista admite que "en Canarias no se reconoce a sus artistas en vida. Y sí creo que Juan Hidalgo debió haber sido más valorado, porque fue un artista muy rompedor y muy valiente durante toda su trayectoria". "Lo fue en su posicionamiento ante la vida y, sobre todo, en los tiempos difíciles que vivimos entonces, porque no hay que olvidar que todas sus acciones con el grupo Zaj comenzaron en los años 60 o 70, en plena época de plomo de la dictadura, y aun así arriesgaba su integridad por defender un posicionamiento. Y lo hizo hasta el final", concluye.
"Por todo esto, aunque creo que se debería hacer más en general por los artistas canarios en vida, no solo tras su muerte, creo que lo merece con creces un artista de una altura como la de Juan Hidalgo".

Juan Hidalgo

Juan Hidalgo ya es silencio

El artista de la acción, pintor, poeta, músico y fotógrafo, fallece a los 90 años en Ayacata

27.02.2018 | 03:01

Hidalgo en 2016, junto a Orlando Britto y Carlos Astiarraga, en San Martín.

"Hay gente que no me traga"

  • A Juan Hidalgo le brindaron con el Premio Nacional de Artes Plásticas en noviembre de 2016. "No está mal y lo agradezco, pero tengo 89 años". Era la reflexión que hacía el artista al conocer la noticia. Un reconocimiento tardío sobre el que volvería a hablar meses más tarde, en eberocuando llegaba al CAAM para presidir la inauguración de la muestra Del CAAM a Juan Hidalgo y las distintas acciones en su honor. Era la cuarta exposición individual en el centro de Vegueta, y entonces fiel a su carácter y a su fina ironía, le reprochaba al director del CAAM, Orlando Britto, que "no me parece nada bien que el CAAM empiece el año [con esta exposición] porque parece que están pensando que me voy a ir". Bromas aparte, la tardanza en recibir este premio y que no fuera depositario del Velázquez lo tenía "cabreado", porque como bien recordaba en enero del pasado año, "ha habido un grupo de gente con malas influencias que no me traga, porque políticamente no me traga porque políticamente no les gusto". D. F. H.

Juan Hidalgo Codorniu (Las Palmas de Gran Canaria, 1927) se fundió ayer con el silencio, el que frecuentó durante su prolífica vida como artista de vanguardia que abrazó todas las artes de las que se sirvió para cimentar su discurso y universo. La oda al silencio que cultivó le acompaña para siempre. Y fue el silencio, el que preside la icónica 4'?33"? (1952), de John Cage, la que motivó la última acción que protagonizó el maestro en abril de 2016 en la galería Saro León, en la exposición Dos amores, homenaje que el artista quiso brindar a Clara Muñoz, crítica de arte y arquitectura y comisaria, pero sobre todo amiga, que no pudo ver materializado este proyecto.
El poeta, músico, artista plástico, escultor y pionero en el arte de la acción en España, Premio Nacional de Artes Plásticas, Medalla de Oro de las Bellas Artes y Premio Canarias de Bellas Artes, se despidió a los 90 años en un lunes amargo para el arte y la cultura. El faro de la vanguardia se apagaba en su domicilio en Ayacata, acompañado de su pareja Carlos Astiarraga, con quien contrajo matrimonio en 2005. Las muestras de condolencias entre la comunidad artística de las Islas y fuera de ellas inundaron las redes sociales en memoria del genio que agotaba su tiempo.
El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), espacio que le brindó homenaje en enero del pasado año con la muestra Del CAAM a Juan Hidalgo, con una selección de su obra en la sede de Los Balcones nº 9, junto a un concierto de acciones protagonizado por Luis Sosa, Macarena Nieves, Pedro Déniz y Paco Rossique, lamentaba ayer el fallecimiento de Juan Hidalgo, y anunciaba que mañana miércoles, de 8.00 a 20.00 horas, se le brindará un reconocimiento a su vida y obra en el cubo de la sede de Los Balcones nº 11. Los restos mortales de Hidalgo serán trasladados al CAAM "donde el público podrá rendirle homenaje", según informa la dirección del centro.
Obra selecta
El CAAM instalará en dicho espacio una selección de la obras más signicativas de Juan Hidalgo que forman parte de su colección, y que fue parte del cuerpo expositivo de la citada muestra Del CAAM a Juan Hidalgo, que fue comisariada por Mari Carmen Rodríguez, conservadora del centro.
Fue Juan Hidalgo un pionero en todas las esferas de la creación a las que se enfrentó. El espíritu de las vanguardias en el arte, que supo derruir a su conveniencia las fronteras entre las distintas disciplinas a las que se acercó y con las que experimentó. Un creador multimedia que se forjó como músico antes de otear el horizonte y dar rienda suelta a su creatividad. El autor de La Barroca Triste y La Barroca Alegre (1969), Hombre, mujer mano (1977), Narciso (1990), Piano republicano español (1995) o El grancanario (2003) es "hijo de John Cage y nieto de Marcel Duchamp", como le gustaba repetir a quien le cuestionaba sobre su perfil artístico, pero sobre todo un transgresor. "Yo creo que sí [soy el más transgresor de los artistas españoles]. Yo crecí con el franquismo y siempre tuve las agallas de decir lo que pensaba gustase o no al auditorio. Y no era fácil, pero le aseguro que nunca se me puso chiquita y nunca pasé miedo a pesar de haber acabado alguna que otra vez en la Dirección General de Seguridad. En aquella época, o estabas con Franco o estabas contra él. Yo siempre he sido un anarquista pero de los que no ponen bombas, ni queman iglesias ni violan a las mujeres", reflexionaba Juan Hidalgo en una entrevista con LA PROVINCIA en enero de 2015.
Contrario a que se hablara de performance para definir parte de su trabajo -"son acciones, todas esas artes que parecen diferente son lo mismo", decía Hidalgo-, tuvo el maestro ya ausente el honor de ser el primer español que participó en el festival de Darmstadt en 1957, y que activaría su carrera como compositor en los circuitos internacionales. Era el XII festival de Nueva Música de Darmstadt y allí sonó Ukanga. La música era su norte en aquellos años. Se había formado en Barcelona, y en esa búsqueda, la inquietud de probar y experimentar otros lenguajes le llevó a París, Ginebra e Italia, donde residió casi dos décadas entre Milán y Roma, además de cruzar el Atlántico con destino a Canadá y Estados Unidos. En París, Juan Hidalgo se fajó en la composición con Nadia Boulanger, y posteriormente en Ginebra.
Pero sería la ciudad de Milán quien trazaría su futuro, en 1955, donde se encontró con el compositor y director Bruno Maderna, quien le abriría el horizonte de la música electroacústica y el uso de la electrónica primigenia; y conocería, en 1956, a Walter Marchetti,con quien años más tarde junto a Ramón Barce, ya en 1964, crearía el grupo Zaj. Un trío que se convertiría en cuarteto de activistas de la acción y la escena con la incorporación de Esther Ferrer. Hidalgo era el último artista vivo del núcleo fundacional de Zaj.
Fue el paso decisivo en la experimentación de nuevos lenguajes sonoros. La historia de Zaj se cobró múltiples acciones como conciertos ligados a exposiciones de Manolo Millares en Lisboa, o en la Universidad Complutense en Madrid, en la segunda mitad de los sesenta. En 1966 se publicaba el libro Viaje a Argel.
Las décadas siguientes fueron de frenética actividad a nivel nacional e internacional en todos los frentes que se significó Juan Hidalgo. En 1986 fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel de Tenerife; en 1989, recibía la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes; y al año siguiente era homenajeado por el Círculo de Bellas Artes de Tenerife y las Jornadas de Música Contemporánea en la capital grancanaria. Ya en 1997, el CAAM le brindó una antológica de Juan Hidalgo.
Destacar en su producción plástica, la retrospectiva En el Medio del Volcán, que estuvo en itinerancia por México y Perú durante 2004; y la célebra Desde Ayacata 1997-2009que pudo verse en distintos museos españoles entre 2009 y 2011. Otras individuales de Juan Hidalgo igualmente celebradas fueron Un/una mas, en la VI Bienal Internacional de Fotografía de Tenerife, en 2001; o Acciones fotográficas y objetos 1999-2001, que se exhibió en la galería Juana de Aizpuru de Madrid, en 2001.

sábado, 24 de febrero de 2018

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